Cuando hablamos de tarifas, todos sabemos a qué nos referimos. Es una cantidad que pagan usuarios y consumidores a la hora de recibir un servicio, generalmente público. Ya que si nos centramos en lo que pagamos en una empresa privada, esto se llamaría más bien cuota, como por ejemplo la cuota que pagamos mensualmente por el gimnasio.
A la hora de contratar la tarifa de un determinado servicio es necesario valorar una serie de aspectos que nos ayudarán a encontrar la más económica y la que mejor se adapte a nuestras necesidades. La tarifa es el precio que pagan los consumidores o usuarios por un determinado servicio o bien. Ésta la establecerá el prestador o proveedor. Podemos también definirla como el precio, derecho o tasa que debemos pagar. Estas son las principales tarifas de bienes y servicios de 2015.
Existen infinidad de tarifas. Conocer la tipología de todas ellas nos permitirá conocer mejor qué es lo pagamos, el por qué y elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades como usuarios y consumidores.
Tipos de tarifas
Podemos distinguir las tarifas en función a múltiples variables. Como no podemos hacer un listado intensivo de todas las modalidades, haremos un repaso por las más usuales y frecuentes.
Tarifa de Último Recurso (TUR). Es la tarifa que podemos elegir a la hora de contratar nuestro suministro eléctrico. Se ha hablado mucho de ella en los últimos años a raíz de la bajada de precios de la luz y al cambio que ha habido en los hogares con motivo de la nueva modalidad de cobro de la luz. Los ya conocidos contadores individuales. Esta tarifa establece un precio máximo y mínimo fijado por el Gobierno a la que pueden acogerse los consumidores que tengan una potencia contratada igual o inferior a 10Kw.
Tarifa plana. Su uso suelen ser muy frecuente en los servicios de telefonía. Se cobra una cantidad fija por el servicio independientemente del tiempo de utilización. La tarifa plana incluye varios servicios, de los cuales se puede hacer uso de forma ilimitada, pagando siempre la misma cantidad en las facturas. Es sin duda, la más común en telefonía , ya que permite al cliente hablar y navegar cuanto quiera sin tener que pagar más por ello.
Tarifas tributarias. Los tributos son ingresos públicos de carácter obligatorio. Deben ser creados por ley y su finalidad es la contribución al sostenimiento del gasto público.
Tarifas sociales. El objetivo de estas tarifas es facilitar el acceso al servicio de personas con ingresos inferiores a un umbral previamente fijado. La finalidad es establecer un acceso universal al servicio independientemente del nivel de renta de los usuarios.
Tarifas especiales. Tarifas diferentes a las ofrecidas al publico general. Para acceder a ellas hay que cumplir unos determinados requisitos o pertenecer a un colectivo en particular. En este grupo por ejemplo podemos meter las tarifas del uso de carreteras privadas, en el caso de España las conocidas como autopistas de peaje. La tarifa irá en función de los km recorridos.
Tarifas aéreas. También conocidas como tasas aéreas. Es frecuente que a la hora de comprar un vuelo, el precio final se vea incrementado por las mismas El objetivo es incluir en el precio el coste de determinados gastos que no están incluidos inicialmente.
Tarifas generales. Estas tarifas son aquellas que no ocupan lugar en los anteriores apartados. Por ejemplo, destacamos las tarifas de los museos, de los cines, las tarifas de taxis dependiendo de la hora o de la zona.
¿Qué diferencia hay entre tasa, tarifa y precio público?
En primer lugar, una tasa es un tributo, el cual hay que pagar por el uso privado de algo que es de dominio público. Por ejemplo, la tasa de basuras, o al tasa de aparcamiento de residente.
Una tarifa es un precio que se paga por un determinado bien o servicio, sea público o privado, que se encuentra recogido en una tabla y va en función de algo como por ejemplo el tiempo o los kilómetros. Por ejemplo un aparcamiento público o la tarifa de la luz. Puede ser fijado por las autoridades, o mantener un mínimo y máximo legal.
Un precio público es aquel que se paga por un servicio que presta el estado en igualdad de condiciones que el sector privado y en régimen de derecho privado. Por ejemplo cualquier bien que se compra directamente.
