¿Podemos soportar una inflación superior al 3%?

Según los datos del IPC adelantado de mayo, la inflación en España seguiría por encima del 3%, concretamente en el 3,5%, mejor que el 3,8% de hace un mes, pero todavía en una situación de alarma que condiciona la recuperación de los valores macroeconómicos.

El principal problema es que con una inflación del 3% nuestras empresas pierden competitividad en el extranjero, lo cuál lastra las exportaciones, por lo que penaliza el empleo y condena a la economía a seguir subsistiendo con la demanda interna.

Por otro lado, al tener los salarios referenciados a la inflación, el incremento en los precios supone un incremento artificial de los salarios, y por tanto, incrementa los costes de las empresas, que, de nuevo pierden competitividad.

Por tanto, se produce un doble fenómeno que va en contra de la competitividad de nuestras empresas, provocando la perpetuación de la crisis en la que estamos instalados, y la no aparición de soluciones plausibles ante ella.

Y es que un 3% de inflación es una cifra no sostenible, a ningún nivel, por lo que el Banco Central Europeo no dudará en incrementar el tipo de interés para la zona Euro, bajo la confianza de reducir así las tensiones inflacionistas, lo cuál provocará, por otro lado, un encarecimiento de los préstamos hipotecarios.

En definitiva, nuestra economía, al igual que el resto, no puede soportar una inflación por encima del 3% bajo ninguna circunstancia, y el primer paso para poder aspirar a salir de la actual crisis pasa por reducir estas tasas de inflación de manera inmediata, aunque la gran dependencia energética de España con el exterior dificultará este proceso.

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