Qué productos subieron más en julio y cuáles bajaron: así cambia tu cesta de la compra

Julio nos ha dejado un dato que quizá notaste al pasar por caja. La inflación volvió a repuntar y se situó en el 2,7 % interanual, cuatro décimas más que en junio, el nivel más alto desde febrero. El principal motivo estuvo en la electricidad, que subió con fuerza al compararse con la bajada que registró en el mismo mes del año pasado. También los carburantes apretaron el bolsillo en plena temporada de viajes, un clásico de cada verano.

Lo curioso es que, a pesar de ese repunte, en el conjunto del mes los precios bajaron un 0,1 %. ¿Cómo se explica? Básicamente porque la campaña de rebajas tiró con fuerza del vestido y el calzado, que se desplomaron un 9,2 %. Eso compensó parte de las subidas en energía y transporte. En paralelo, el aceite de oliva, después de haber alcanzado precios históricos, siguió cayendo y acumula ya un descenso cercano al 50 % desde sus máximos de 2024.

Los alimentos, sin embargo, siguen marcando el paso en la factura diaria. Las frutas y hortalizas frescas se encarecieron alrededor de un 4,5 % en julio y son un buen ejemplo de cómo la inflación se vive de manera diferente cuando hablamos de productos básicos. Porque no es lo mismo que suba la luz a que se dispare el tomate de la ensalada.

Los grupos que más tiran de la inflación

El grupo de vivienda, que incluye la electricidad, aumentó un 6,7 % en comparación con hace un año, y ha sido uno de los grandes motores del dato general. También el transporte, muy vinculado al precio de la gasolina y al mayor movimiento de verano, registró incrementos tanto en vuelos como en combustible.

En ocio y cultura los precios también empujaron hacia arriba con un crecimiento del 1,7 % mensual, influido por la temporada estival. Y si miramos al tabaco y al alcohol, el alza fue superior al 4 % interanual, lo que también suma en el bolsillo de quienes consumen estos productos.

En el lado contrario, el vestido y el calzado dieron un respiro con fuertes descuentos por rebajas. A nivel interanual apenas suben un 0,8 %, pero su caída mensual ha sido suficiente para compensar parte de las presiones inflacionistas.

Aunque el dato de julio no parezca descontrolado, conviene mirar con perspectiva. Desde 2021 la cesta básica de la compra se ha encarecido más de un 16 %. Eso significa que, incluso con una inflación más moderada en los últimos meses, el salto de precios acumulado sigue pesando en la economía de las familias.

Qué subió y qué bajó en julio

Para verlo claro, aquí tienes los movimientos más destacados del mes:

  • Subidas: frutas y hortalizas frescas (+4,5 %), electricidad (+6,7 % anual), bebidas alcohólicas y tabaco (+4,1 %), ocio y cultura (+1,7 % mensual).

  • Bajadas: vestido y calzado (-9,2 % mensual), aceite de oliva (-50 % acumulado desde 2024).

La fotografía de julio muestra que el IPC no es solo un dato frío que aparece en las noticias. Detrás de cada décima hay productos concretos que marcan tu día a día. Quizá no lo notes al pagar la factura de la luz si está domiciliada, pero sí lo percibes en el supermercado cuando el precio del melón o del café se dispara.

Por eso es importante entender que la inflación no afecta a todos por igual. Depende de tus hábitos de consumo y de dónde se concentran las subidas. Y en julio, aunque el número global fue del 2,7 %, lo que realmente se siente es esa mezcla de ropa más barata, gasolina más cara y alimentos que siguen tensando la cuenta final.

La conclusión es sencilla: no basta con mirar la cifra del IPC, lo relevante es cómo se mueve tu cesta de la compra. Y este verano, esa cesta ha seguido siendo un terreno donde conviven los descuentos de temporada con los precios altos en productos básicos.

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