Resulta complejo establecer puntos de partida sobre buenas noticias relacionadas con la inflación, sobre todo después de la lectura de los datos del pasado mes de diciembre de 2021. Sin embargo, debemos detenernos realmente a dar un buen y rápido análisis a la inflación subyacente ya que, para muchos analistas, las noticias al respecto son positivas.
Hay que señalar, haciendo una reducción sencilla, que la inflación subyacente es aquella en la que se descuentan los efectos de los principales factores de inflación, es decir, la energía, los alimentos frescos, etc.
Por tanto, vendría a ser el resto del conjunto de precios, y se considera un factor relevante sobre todo porque, a esos precios, se les entiende como desprovistos de la volatilidad que, por ejemplo, ha mostrado la electricidad durante 2021.
¿Por qué es relativamente bueno el dato de inflación subyacente?
Hay diferentes motivos por los que el dato de inflación subyacente se considera como una buena noticia. El principal tiene que ver con lo ya explicado: los precios en la inflación subyacente dar una referencia de la verdadera evolución del precio cuando no se somete a la volatilidad de mercados tan agresivos como el eléctrico.
Si vemos la variación de la inflación durante 2021 y la comparamos con la variación de la inflación subyacente, entendemos la enorme importancia que, por ejemplo, la electricidad, los combustibles y los alimentos frescos han tenido en dicha cifra.
Por otro lado, también se considera que la evolución de la inflación subyacente se relaciona de manera directa con las posibilidades de recuperación en un marco de búsqueda de estabilidad económica.
Si el crecimiento de la inflación global y de subyacente fuera paralelo, obviamente la situación de la economía se encontraría en una fase inflacionaria descontrolada. Cuando se trata de elementos tan localizados con problemas tan concretos como de la electricidad en nuestro país, disminuye de manera sensible el impacto a valorar.
¿Tendremos que fijarnos en la inflación subyacente?
Definitivamente sí. Durante 2022 nos debemos fijar de manera constante en la evolución de la inflación subyacente y su relación con la inflación global. Es cierto que esperamos un reajuste del precio de la electricidad como elemento clave a la hora de interpretar los futuros datos de inflación, pero, también, debemos tener en cuenta que la evolución de los precios no va venir dada solamente por la evolución de electricidad.
En otras palabras, todo lo que tenga que ver con el reajuste del precio, en este caso a través de ser precios sostenidos, siempre será bien valorado ya que ajustará al máximo el impacto global del aumento de precios en nuestro bolsillo.
