El Banco de España revisa al alza su previsión de IPC a 2,6 % en 2025 tras datos de primavera

Sí, otra vez el dato se mueve. El Banco de España ha revisado al alza la previsión del IPC para 2025, y lo deja en un 2,6 %. No es un salto espectacular, pero sí significativo. Lo curioso es el motivo: los datos de esta primavera han sido más duros de lo que se esperaba. Sobre todo en transporte y energía. Y eso, al final, acaba pesando.


Si estás pensando “vale, ¿y esto a mí qué?”, te interesa seguir leyendo. Porque esta cifra no es solo para economistas. El IPC marca muchas cosas que te afectan en el día a día: cuánto suben los precios, cómo negocias tu sueldo o qué pasa con tu hipoteca. Aquí lo explicamos, sin rodeos.

Por qué el Banco de España ha tocado el dato

La previsión estaba en el 2,5 %, y ahora pasa al 2,6 %. No es una barbaridad, pero no es casual. Hay razones claras detrás.
Primero, la energía ha subido más de lo previsto. Y no solo por el precio de mercado, sino también porque algunas ayudas públicas —como los descuentos en transporte— se han reducido o directamente han desaparecido. Esto se ha notado mucho en las cifras de abril y mayo.
Después está el tema de los alimentos, que aunque se han moderado un poco, siguen siendo caros. Y ojo, que algunos productos básicos no bajan ni a tiros. Con ese panorama, era cuestión de tiempo que se ajustaran las previsiones.
Así que el Banco ha cogido la calculadora y ha dicho: “vale, no es grave, pero toca subir una décima”. Y lo ha hecho.

Qué implica para tu bolsillo (de verdad)

Este dato del 2,6 % no es solo para que lo comenten en tertulias económicas. Tiene implicaciones prácticas. Concretas.
Sueldo: si estás en una empresa con revisión salarial anual, este dato cuenta. Porque muchas veces los convenios se ajustan según el IPC.
Hipoteca: si la tienes variable, ya sabes que los tipos se mueven con la inflación como referencia. Si el IPC sube, el Euríbor puede reaccionar.
Compras del día a día: lo típico, llenar la cesta o repostar el coche. A este ritmo, todo te puede salir un poco más caro el año que viene.
En resumen, no es un número cualquiera. Es una señal para que vigiles tus gastos, tus ingresos y tus condiciones bancarias. Que igual puedes apretar donde no lo estabas haciendo.

Qué puede pasar de aquí a final de año

La previsión es eso, una previsión. Cambia. Y hay motivos para pensar que no va a quedarse quieta.
Hay varios factores en el aire: la guerra de precios en energía, el clima político, los cambios en ayudas públicas… Todos esos ingredientes pueden mover el dato final.
Además, el Banco de España ha avisado de que los riesgos siguen estando muy presentes. Y entre líneas se entiende que podría haber nuevas subidas si las cosas no se estabilizan. Vamos, que esto no está cerrado.
Por eso es importante que no des nada por hecho. Lo de hoy puede cambiar en otoño.

Una lista rápida para situarte

La única lista del post, lo prometido es deuda:

  • Controla tus gastos variables: energía, transporte, alimentación.

  • Si vas a renegociar el sueldo, usa esta previsión como argumento.

  • Revisa si tu hipoteca tiene cláusulas que reaccionan al IPC.
    No hay recetas mágicas, pero tener el dato claro ayuda.

El IPC no es solo una cifra: es una pista

Parece un simple número, pero un IPC del 2,6 % en 2025 te da una pista de por dónde van los tiros. A veces no es tanto lo que sube, sino lo que te dice de lo que viene.
Este dato te obliga a mirar tu economía personal con otros ojos. A afinar. A no confiarte. Y aunque el contexto sea complicado, también es verdad que tener esta información te permite anticiparte, que ya es mucho.
La inflación no está desatada, pero tampoco dormida. Está en modo “vigílame”.

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