Funcas corrige su previsión: el IPC medio en 2025 subirá al 2,6 % tras el repunte de junio

Las previsiones eran otras, lo sabemos. El discurso de que “la inflación se va moderando” parecía encaminarse bien. Pero junio ha vuelto a agitar el tablero. Y lo ha hecho lo suficiente como para obligar a Funcas a revisar sus cálculos. Lo que antes se estimaba por debajo del 2,2 %, ahora se coloca en un 2,6 % para el conjunto del año.

¿El motivo? Un repunte inesperado, especialmente empujado por el precio de los alimentos, que se resisten a bajar, y por una inflación subyacente que no termina de aflojar.

¿Qué está pasando realmente?

Lo que parecía una tendencia clara se ha torcido en cuestión de semanas. En mayo ya vimos un repunte del IPC hasta el 2 % interanual, pero junio ha confirmado que la inflación no da tregua tan fácilmente. Aunque el precio de la energía y los viajes se ha moderado un poco, los alimentos han vuelto a marcar la diferencia.

Los productos frescos han subido con fuerza, por encima del 7 % respecto al año anterior, y eso, sumado a que los alimentos elaborados siguen al alza, ha tensionado las cifras. El resultado: una inflación más persistente de lo que se esperaba hace apenas tres meses.

Funcas, que no suele lanzar previsiones a la ligera, ha tenido que revisar su escenario y ahora coloca el IPC medio para 2025 en el 2,6 %. Y ojo, que esto no es un dato menor. Es medio punto por encima de lo que manejaban antes. Y eso, quieras o no, se nota en el bolsillo.

¿Cómo te afecta todo esto?

Porque sí, a veces parece que estas cosas son solo para economistas. Pero no. Una inflación más alta de lo previsto te toca directamente: suben los precios, baja el poder de compra, y lo que antes te costaba diez euros, ahora se va a once o doce sin que te des cuenta.

Y esto no va solo de la cesta de la compra. También puede afectar a hipotecas, alquileres, revisiones salariales y productos de ahorro o inversión. Si el IPC se mantiene alto, es posible que los tipos de interés tarden más en bajar. Y eso ya te da una idea de lo que puede pasar con tu préstamo variable o con el precio del dinero.

Aquí tienes algunas claves básicas para que no te pille el toro:

  • Si tienes ahorros parados, cuidado: pierden valor con una inflación alta. Busca alternativas que te protejan mínimamente.

  • Revisa tus contratos si están vinculados al IPC (alquileres, servicios, incluso convenios).

  • Y sobre todo, ajusta el presupuesto con cabeza: lo importante ahora no es gastar menos, sino gastar mejor.

Lo que viene y lo que podría cambiar

La previsión de 2,6 % para este año no es un drama, pero tampoco una buena noticia. Estamos por encima del objetivo del BCE, y eso implica que las políticas monetarias seguirán siendo prudentes. No esperes grandes bajadas de tipos en el corto plazo, y ten en cuenta que el control de precios puede tardar más de lo que nos gustaría.

Eso sí, si la segunda mitad del año trae cierta estabilidad energética y el campo logra frenar costes, podríamos ver una mejora. De hecho, hay analistas que siguen apostando por una inflación por debajo del 2 % en 2026. Pero eso está aún por ver.

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