Por qué se tiene tanto miedo a la inflación

Los datos del IPC del mes de junio, las proyecciones del mes de julio, y en general las previsiones, apuntan a que la inflación va a ser superior a la esperada. De hecho, en el ámbito europeo, el propio Banco Central de manera no oficial, da casi por perdida la batalla de contener la inflación por debajo del 2%.

AHORRO E INFLACION

Generalmente, cuando se produce en periodos de aumento amplio de la inflación, se generan tensiones, miedos, y, en muchos casos, corrientes de pánico que, de hecho, pueden convertirse en muy perjudiciales. En estos días estamos viendo cómo el aumento de la inflación en Estados Unidos, está generando controversias una corriente de miedo que, a falta por calibrar, pero sin duda generará inconvenientes a la economía norteamericana.

Hay muchos motivos por los que, en general, se le tiene miedo a la inflación, pero éstos serían tal vez los más evidentes:

La afectación fiscal

Puede que, para el usuario medio, no parezca importante, pero, si tenemos en cuenta que los tramos de fiscalidad no suelen actualizarse con la inflación, y por tanto no se armonizan, podemos entender que se generan escenarios en los que un aumento del salario provocado por un IPC alto, pueda suponer una mayor carga fiscal. Es decir, puede ser que aumente el suelo cuando aumenta la inflación, pero, si ese aumento supone acceder a un tramo superior de fiscalidad, como no se habrá reajustado el tramo, se pagará más por simplemente mantener el nivel de vida relacionada inflación.

La penalización al dinero cautivo

Este es uno de los mitos clásicos, pero que, además, viene a ser uno de los errores controversiales más claros en las finanzas personales. La inactividad del dinero, algo común en cuentas corrientes, o cuentas de ahorro sin remuneración, hace que el dinero pierde valor respecto al coste del aumento de los precios. Esto es lo que tradicionalmente, de manera histórica se llamaba coste en suela de zapato, relacionando las constantes visitas de las personas a las entidades financieras para evitar la pérdida de poder adquisitivo de su dinero, sacándolo y moviéndolo.

Perder la competitividad

Por supuesto, la feria de competitividad es otro de los miedos dentro de una subida de la inflación. Cuando la inflación sube, el encarecimiento de bienes y servicios, genera entornos en los que mantener la competitividad es complejo para la empresa. Esto, además, es especialmente gravoso para las pequeñas y medianas empresas, y sobre todo las que mantienen una posición comercial global con ventas importantes en el exterior.

Desequilibrio en la riqueza

Este último factor, es, además, uno de los miedos más extendido y comprensible por el usuario de a pie. Para visualizarlo, debemos entender que, en primer lugar, en procesos de inflación y de hiperinflación, el valor del dinero disminuye. En ese contexto, la distribución de la riqueza se desequilibra. Lo podemos ver de manera muy clara en lo siguiente. Supongamos que una persona tiene una deuda de 10.000 € y otra persona tiene un ahorro de 10.000 €. En un proceso de hiperinflación, se verá beneficiado el deudor, ya que en enero valdrá menos y su deuda proporcionalmente será menor, sin embargo, el ahorrador, se verá perjudicado ya que al valer menos en enero su ahorro tendrá menos valor.

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