Subida récord del IPC en octubre

Era previsible, aunque realmente el dato avanzado del IPC en octubre está siendo realmente muy superior a lo que se podía prever hace medio año. Estamos ante un avance con un crecimiento superior al de principio de los años 90 del pasado siglo.

IPC

Desde el 4% en el que cerró la inflación el mes de septiembre, durante octubre hemos asistido crecimiento de los precios hasta 5,5%. Este es un crecimiento en tasa mensual de 1,5% que, además, viene precedido de una tendencia alcista a una velocidad que no se veía desde más de tres décadas atrás.

Este crecimiento de 1,5% de diferencia de un mes a otro, de hecho, no se veía en nuestro país desde mediada la década de los 80. Es, por tanto, efectivamente, un crecimiento récord, qué nos aleja mucho del escenario que se presentaba a principio de año con los precios estancados, en un entorno en el que incluso por momentos se llevó hablar de desinflación.

Datos avanzados

y, aun así, debemos tomar estos datos con cierto recelo, habida cuenta que los datos adelantados ya en septiembre fueron rebasados por los datos finales de cierre. De hecho, como es habitual, el Instituto Nacional de estadística no proporciona en los datos adelantados el reparto por áreas del peso del crecimiento de precios.

Sin embargo, no resulta difícil entender que estamos ante un entorno en el que la electricidad, que ha ido batiendo récord tras récord de precios elevados en los últimos meses, está en el eje central del aumento de la inflación.

También, aunque en menor medida, se da por descontada la influencia del aumento del precio de los carburantes y de gas. Por otro lado, y como era previsible, los alimentos frescos han presentado un aumento relevante del 2,5%.

Indicamos que esto ocurre como era previsible, porque ya hace un cuatrimestre se hablaba del crecimiento de los precios tanto en los alimentos frescos como en las materias primas alimentarias. Sin embargo, los efectos del aumento de precios en frescos y materia prima alimentaria suelen tener un efecto retardado que se manifiesta entre un trimestre y un cuatrimestre después de las señales de alerta.

Esta vez se ha cumplido de manera exacta y los alimentos frescos se encarece un 2,5%.

La electricidad en el eje del aumento del IPC

Obviamente es en la electricidad donde vamos a encontrar en mayor impacto en los precios dentro de los diferentes elementos que pueden distorsionar o aumentar la inflación.

Debemos tener en cuenta que estamos en un entorno en el que el megavatio hora han aumentado desde el mes de mayo por encima del 200%. Si a primeros del mes de mayo el precio medio en el mercado mayorista era alrededor de los 67 € por megavatio hora, en octubre el precio medio se ha situado por encima de los 155 €, pero, casi permanentemente instalado rozando los 200 € por megavatio hora.

A todo este que sumar que, lo primitivo del precio de la luz, hace que se deriven consumos hacia otros modelos como el gas, los combustibles fósiles, etc., lo cual a su vez generan un aumento de precios en cadena.

La influencia de la electricidad y los alimentos en este aumento de precios la vemos cuando analizamos el dato adelantado del índice de inflación subyacente, es decir, aquel que no tiene en cuenta ni la energía ni los alimentos. En este caso, la inflación aumentaría hasta el 1,4%, lo que vendría a ser cuatro décimas más que el mes anterior.

Esta sería, en la última serie histórica, una de las mayores diferencias entre la inflación y la inflación subyacente.

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