Lo que debes saber para poder desgravar el alquiler en la declaración de la renta

La reducción del alquiler es uno de los fallos más comunes de las omisiones de tu declaración de la renta. Entonces, saber cómo deducir tu alquiler es económico y conveniente si vives en una casa alquilada. Cabe señalar que en la deducción del alquiler encontraremos dos partes diferenciadas. 

La sección general o estatal es la sección añadida a todas las declaraciones de impuestos, si corresponde. La siguiente parte es la denominada autonómica, que podemos encontrar o no, en función de lo establecido en la respectiva comunidad autónoma. Esto significa que las deducciones no son iguales para todos según el lugar donde vivas. 

¿Quién tiene derecho a deducir el alquiler? 

Recuerda que este es un beneficio fiscal que no está disponible para todos los que están en propiedades de alquiler. De hecho, esta deducción temporal sólo debería aplicarse a los arrendamientos anteriores al año 2015.  Es cierto que hay algunas ocasiones en las que está regla no se cumple, como por ejemplo los arrendamientos anteriores a 2015 que se renueven después de su vencimiento, pero la firma de nuevos arrendamientos después de este año estará limitada. 

No obstante, algunas comunidades autónomas funcionan bajo otras normas, donde cada región establecerá sus propias condiciones. Esto quiere decir que es posible que no tengamos derecho al deducible estatal, sino al deducible regional.

En cualquier caso, cabe señalar que la deducción estatal, a no ser que se modifique en el futuro, irá perdiendo importancia conforme vaya pasando el tiempo y se creen nuevos arrendamientos tras la vigencia del deducible. 

En este caso nos detendremos en el relevo del Estado, ya que es general y afecta a todas las comunidades autónomas. Actualmente, la reducción media por Comunidades Autónomas se sitúa en torno al 15%.  

Cómo se aplica la reducción del alquiler 

En la aplicación del subsidio de vivienda, hay márgenes en cuanto a ingresos o incremento patrimonial, por ejemplo, provenientes de  inversiones.  En pocas palabras, el objetivo es limitar la capacidad del reclamante para recibir beneficios al mismo nivel de los activos del mismo: es decir,  de ciertas ganancias e ingresos que no se consideran incentivos fiscales.

En el proceso entra en juego tu base de liquidez, donde los ingresos de lo trabajado se suman a otros, como lo que dividimos. En base a ello, se aplicarán los recortes a los que puedas tener derecho, como por ejemplo si tienes un plan de pensiones. También se tendrá en cuenta la base imponible del ahorro, que se relaciona con cuánto dinero puedes obtener en tus inversiones. 

Cabe señalar que también se aplican mínimos personales y familiares, que Hacienda normalmente no calcula, a partir de 5.500€. Esto se modifica, por ejemplo 2.400,01 € para un hijo, 4.500,01 € para un cuarto hijo y más. Tu capacidad para deducir el alquiler depende de  la fecha de tu contrato de alquiler y de la comunidad autónoma en la que residas. De hecho, la ventaja fiscal regional en este sentido se ha vuelto cada vez más importante con el tiempo, ya que las ventajas fiscales estatales tienden a importar menos, al menos hasta ahora.

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