Diciembre vuelve a traer una mala noticia para muchos hogares, y no es precisamente pequeña. La factura de la luz ha vuelto a subir tras el último reajuste tarifario y, aunque no siempre se percibe de golpe, el impacto acaba llegando. A veces en forma de unos euros más, otras con un recibo que directamente no encaja con lo que esperabas pagar.
Lo primero que conviene tener claro es que no es una subida puntual ni aislada. El precio de la electricidad sigue moviéndose con mucha volatilidad y diciembre, con más consumo por frío, más horas en casa y más uso de electrodomésticos, amplifica ese efecto. No es que gastes el doble, es que cada kilovatio hora te cuesta más en determinados momentos del día, y eso se nota al final de mes.
Si estás en la tarifa regulada, el PVPC, este mes lo has notado especialmente. El sistema sigue funcionando por precios horarios y hay franjas que se han encarecido bastante. Si tu consumo se concentra por la tarde o por la noche, el golpe es mayor. Y aquí viene el problema, mucha gente consume justo en esas horas sin darse cuenta.
Por qué vuelve a encarecerse la luz justo ahora
La subida de diciembre no tiene una sola explicación, sino varias que se juntan al mismo tiempo. Por un lado, el mercado mayorista sigue mostrando precios elevados en muchas horas, sobre todo cuando baja la producción renovable y hay que recurrir a fuentes más caras. Esto no es nuevo, pero sigue pasando y sigue afectando al recibo.
A eso hay que sumar un factor que pesa más de lo que parece. Los impuestos ya no están rebajados como en años anteriores. El IVA volvió a su nivel habitual y eso hace que cualquier subida, por pequeña que sea, se note mucho más en el total. No es solo lo que pagas por la energía, es todo lo que se le añade después.
Además, los costes regulados del sistema se han ajustado y eso también se refleja en la factura. No suele ser lo más visible, pero es una parte fija que pagas sí o sí, consumas más o menos. Y cuando se toca esa parte, el margen para que la factura baje se reduce bastante.
El resultado de todo esto es claro. Diciembre llega con un recibo más alto para muchos hogares, incluso aunque el consumo no haya aumentado demasiado. Y eso genera la sensación, bastante real, de que cada mes es más difícil prever cuánto vas a pagar.
Cómo afecta esta subida a tu recibo y qué puedes hacer
Cuando mires la factura de diciembre, probablemente verás que el precio medio del kilovatio hora es más alto que en meses anteriores. Puede que no lo notes en cada día, pero la media mensual acaba subiendo. También notarás que la parte de impuestos pesa más que antes, algo que mucha gente pasa por alto hasta que compara recibos antiguos.
No hay fórmulas mágicas, pero sí hay pequeños ajustes que pueden ayudarte a no pagar de más sin darte cuenta. Por ejemplo, revisar a qué horas consumes más y si tiene sentido mover ciertos usos a tramos más baratos. No siempre es posible, pero en algunos casos se nota.
Hay quien se plantea cambiar a una tarifa fija para ganar tranquilidad. No siempre es la mejor opción, pero para perfiles de consumo estables puede evitar sustos. Y, sobre todo, conviene entender bien qué estás pagando, porque muchas veces la factura sube y no sabes exactamente por qué.
La realidad es que la luz sigue siendo uno de los gastos más imprevisibles del hogar. Diciembre de 2025 no es una excepción, más bien confirma una tendencia que viene de lejos. Precios volátiles, impuestos altos y ajustes constantes hacen que el recibo siga bajo presión.
Puede que en el futuro haya alivio, puede. Pero hoy, ahora mismo, la factura de la luz vuelve a apretar, y entenderlo es el primer paso para no llevarte un susto mayor del necesario.
