Por qué igual debes plantearte la frugalidad para combatir la subida de precios

Aún queda mucho de segundo semestre de 2021 como para aventurarnos cómo será la infracción y cómo nos influirá en nuestros bolsillos. Sin embargo, tal vez no sea mal momento, esta salida del verano y la próxima llegada de la vuelta al cole, para plantearse algunas herramientas que nos permitan combatir las posibles subidas de precio, y la frugalidad es una de ellas.

SUBEN PRECIOS DE LA ALIMENTACION

Cuando se habla de frugalidad, en finanzas, hay que tener en cuenta que se asocia a un montón de conceptos similares o compatibles, como, por ejemplo, el minimalismo, la libertad financiera, etc. Sin embargo, no es lo mismo ya que la frugalidad tiene unos patrones propios bastante definidos.

Qué es la frugalidad financiera

En principio suele ser habitual que quien aplica la frugalidad financiera la apliquen el conjunto de su vida. Se trata casi de una suerte de filosofía de vida, en la cual, lo importante es tener lo necesario, y enfocarse más en el ahorro de recursos, o de dinero, que en el gasto de tiempo o de dinero.

Aplicada a las finanzas, generalmente, la frugalidad hace mucha incidencia en dos factores: el ahorro y el control de gasto.

Una persona que aplica la frugalidad a sus finanzas va a maximizar el control del gasto. Esto significa que va a revisar exhaustivamente sus factores de gasto y los va a reducir de manera drástica. De hecho, muchos defensores de la frugalidad, apuestan por un modelo muy restrictivo en el que los gastos son los imprescindibles y otros elementos como el ocio o el tiempo libre, se ocupan con actividades que generan poco o ningún gasto, además de huir de los gastos ocultos.

La segunda característica es el ahorro. Quien aplica la frugalidad, es extremadamente ahorrador. El motivo no es otro que, por un lado, sólo gastará en lo que realmente necesite, sino que también, tiene un objetivo que generalmente es la libertad financiera. La libertad financiera es el momento en el que nuestros ingresos pasivos, procedentes del ahorro, por ejemplo, son ya iguales o superiores a los ingresos que necesitamos para mantener la calidad de vida.

Pero incluso, en un contexto de libertad financiera, quien aplica la frugalidad probablemente continúe ahorrando e invirtiendo ya que el objetivo final no es sólo la libertad financiera sino la independencia financiera. Y para la independencia financiera es necesario acumular una cantidad de dinero importante, dependiendo de los analistas puede ser el equivalente a 20 años o más de gastos. Por eso mismo, quien aplica la frugalidad, reduce los gastos de tal forma que, de lograr su objetivo, pueda perfectamente vivir sin trabajar sólo de los ingresos pasivos y del capital que formó con el paso del tiempo.

Obviamente se trata de un modelo extremo. Insertados en una sociedad consumista, para la mayoría de personas es difícil aplicar la frugalidad en su totalidad. Pero, sin embargo, no resulta tan complejo aplicar algunos de sus principios, como, por ejemplo, la revisión del gasto, el control de los gastos innecesarios, la gestión de las emociones en el consumo y conceder importancia al ahorro.

Lógicamente, parece que la mejor forma de combatir los precios es ingresar más dinero, pero, también, gastar menos dinero es una forma de hacer frente al aumento de precios.

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